lunes, 28 de enero de 2013

El poder del amor


Los pensamientos y los sentimientos de preocupación, temor y pesar no nos sirven, sino que nos debilitan y no nos ayudan a encontrar soluciones duraderas para nuestros problemas. En cierto modo, el problema son ellos. Si tengo la fuerza suficiente para reaccionar ante una situación con calma y tranquilidad, deja de ser un problema.
Entonces se plantea la pregunta: ¿Cómo nos libramos de esos pensamientos y sentimientos? ¿Acaso no forman parte de la condición humana? ¿Cómo podemos mantener sentimientos positivos, cuando hay tantas cosas en el mundo que están mal, incluidos nosotros mismos?

Cierto es que, cuando estamos débiles, no podemos hacer nada con esos sentimientos, que se apoderan de nosotros. Sin embargo, aunque puede que la debilidad esté muy extendida, no es nuestro estado natural.
Cada uno de nosotros es fuerte por naturaleza, en principio. En ese contexto interior, el poder significa algo que está muy relacionado con la expresión francesa joie de vivre, o vitalidad, es decir, estar bien dotado de la energía del pensamiento y el sentimiento positivos y saber cómo usar y mantener esas reservas de una manera efectiva, reabasteciéndolas en una fuente interior. Cuando tienes ese poder, sientes amor por ti mismo, por los demás y por la vida. Cuando uno empieza a pensar de forma positiva, acumula poder y aumentan su confianza en sí mismo y su eficacia. Cuando permite la entrada de pensamientos negativos, es como si el alma empezara a hacer agua.
Incluso los instantes de negatividad, como observar a los demás con mirada crítica, automáticamente ocasionan una pérdida. No se puede ser positivo y negativo al mismo tiempo. Si uno cae en rachas prolongadas de duda y crítica, tanto con respecto a sí mismo como con respecto a los demás, pierde toda la fuerza que tiene dentro. Ese tipo de pensamientos y sentimientos nos llevan a un estado de desconcierto, confusión y, por último, depresión. Uno ya no tiene idea de lo que se supone que tiene que hacer ni de la manera de hacerlo. Se siente como un extraño en este mundo, sin amigos y sin sentido.

Sin embargo, llega un punto en el que uno se da cuenta: «¿Qué me está haciendo esta manera de pensar y de sentir, a mí y a mi actitud y mi visión de los demás? Me está destruyendo.» Darse cuenta de eso puede ser doloroso, pero la experiencia demuestra que es el primer paso para recuperar el poder. Te das cuenta de que tienes que elevarte no sólo por encima de los pensamientos negativos, sino también por encima de los pensamientos inútiles y corrientes, porque ese tipo de pensamientos perturban tu paz interior y esa paz es necesaria para poder ser capaces de obtener la energía divina y acumular su poder.

Cuando se agita la superficie de un lago, deja de reflejar el cielo o las colinas que lo rodean. Si tratamos de mirar dentro de él, no pasaremos de las ondas o las olas. El agua tendrá un aspecto turbio. En cambio, cuando está quieta, puedes ver las profundidades y, con un leve cambio de enfoque, también se puede ver la belleza reflejada desde arriba.

Lo mismo ocurre con el ser. Antes de poder desarrollar amor, o incluso un profundo interés por nosotros mismos y por Dios, tenemos que fijarnos en la calidad de nuestros pensamientos; tenemos que volverlos apacibles y puros, tanto como podamos, mediante la voluntad y la determinación. Entonces nuestro interior se estará preparando para abrirse al amor puro y espiritual.

Esta reflexión y muchas otras, podéis encontrarlas en http://www.bkwsu.org/spain, el sitio web de la Asociación Espiritual Mundial Brahma Kumaris (AEMBK) que recomiendo fervientemente.



miércoles, 16 de enero de 2013

luz en la oscuridad


Recuerdo por todo lo que has pasado y me doy cuenta de que las atrocidades siempre te han perseguido, sin embargo, tú las has combatido una y otra vez con un valor extraordinario, alcanzando la luz de la oscuridad. Y ahora, tan próximos al final, te veo firme y sereno, estás preparado y eso me da seguridad para no derrumbarme, me apoyo en ti para poder seguir en pie.

Mi interior se inunda de tristeza, la pérdida genera más pérdida; perdemos el rumbo y las ganas de vivir, pero tu profunda mirada, ahora cálida, me sustenta el alma, la mía en cambio permanece perdida en otros tiempos.

Y una vez más te veo hallando la luz en la oscuridad, con una sonrisa me haces saber que estás bien, otorgándome paz y calma.

Eres un ser de brillo eterno que siempre se levantará cuando caiga y ayudará a alzarse a los demás.



martes, 15 de enero de 2013

¿nuez o melocotón?


La nuez es un fruto duro por fuera, es difícil llegar a su interior, pero cuando lo hacemos comprobamos que por dentro no tiene esa dureza, al contrario, se rompe con facilidad.

Por otro lado, el melocotón es tierno y delicado, con una suave capa fácil de atravesar y despedazar, pero sin embargo contiene en su interior un corazón muy fuerte, casi imposible de partir.

La dureza esconde una debilidad, en cambio, la fortaleza reside en el interior.

En la vida debemos aprender a dejar de ser nueces con los demás y actuar con suavidad y dulzura sin dejar de ser fuertes.


Y tú ¿qué eres?





lunes, 14 de enero de 2013

el planeta libre (la belle verte)

La verdad es que si me pongo a recomendar películas, serían muchas las mencionadas aquí, pero si tengo que empezar con alguna especial, sin duda es la que ocupa el título de esta entrada. Son muchos ya los que la recomiendan en internet, pero cada vez que la vuelvo a ver se convierte casi en necesidad el hacerla llegar a los demás, por eso me uno a ellos para compartir con el mundo el punto de vista que esta magnífica historia nos brinda.

Directora: Coline Serreau
Año de estreno: 1995
Año de lanzamiento DVD: 2009
Duración: 99 minutos
Productor: Alain Sarde
Guión: Coline Serreau
Música: Coline Serreau
Reparto: Coline Serreau, Marion Cotillard, Vincent Lindon, James Thiérrée, Claire Keim, Catherine Samie, Samuel Tasinaje

SINOPSIS:
Año 6000, nos encontramos en un pequeño y lejano planeta, donde la población, de apariencia similar a la humana, ha sido capaz de desarrollar una sociedad avanzada que, entre otras cosas, ha logrado prescindir del dinero y de la dependencia la gran mayoría de materiales. La vida en este planeta vida siempre transcurre en primavera, disfrutando de una superficie cubierta de bellas praderas. Sus habitantes visten trapos y no poseen casi nada, comen únicamente frutas y hortalizas, no existe entre ellos ninguna jerarquía pero son seres felices y tranquilos. Su vida dura alrededor 250 años, se comunican telepáticamente y sus actividades se desarrollan en un completo y armónico contacto con la naturaleza. Hasta ahí todo como un paisaje del Edén.

En una de las típicas reuniones anuales del planeta donde se gestionan los avances y necesidades del mismo, surge siempre la misma pregunta: ¿Alguien quiere ir a la Tierra? Sorprendentemente nadie quiere ir, porque estiman que se trata de un viaje muy peligroso, pero esta vez surge una voz que siente curiosidad por conocer nuevos mundos; se trata de Milá, la hija del último hombre que visitó La Tierra. Ella se ofrece como voluntaria para ir a la Tierra y buscar sus orígenes.

Cuando Milá llega al planeta azul, aterriza en París, en medio del caos urbano de la gran ciudad; allí se producen todo tipo de situaciones que obligan al espectador a reflexionar profundamente sobre las mismas. Gracias a un programa suave de desconexión, cada vez que Milá entra en contacto con un ser humano se activan unas ondas que provocan cambios en las actitudes y comportamientos de los terrícolas. Asimismo, y en casos excepcionales, Milá también puede activar a voluntad, un programa fuerte, el cual desconecta casi por completo al humano de su realidad terrestre.























La película ofrece diversos aspectos de nuestra alienada sociedad, sus distorsiones, sus contradicciones, los caminos sin salida en los que a veces transitamos, y muchas conductas aberrantes que dentro de las pautas de la civilización solemos juzgar como normales. De igual manera el film nos ofrece un muestrario de todas aquellas cosas asombrosas que pueden pasar en nuestras vidas si logramos conectar con otras realidades y otros niveles de conciencia.

A través de un humor ingenioso como su principal recurso, la película invita a un excelente ejercicio de entendimiento sobre los encuadramientos y paradigmas mentales que rigen la realidad circundante, dictándonos, de forma inconsciente, los parámetros de lo que debe ser y las pautas culturales acerca de la forma en que pensamos y actuamos.

He leído en varios sitios que esta película fue prohibida, esto es algo que no he podido comprobar, pero si es cierto que ha pasado extrañamente desapercibida durante muchos años cuando, en mi opinión, debería enseñarse en las escuelas ya que ofrece un modo de vida alternativo más saludable y natural, sin prejuicios ni consumismo, donde se le da valor a las cosas verdaderamente importantes, algo "casualmente" opuesto a la vida que por lo general llevamos.

Para que podáis disfrutarla, aquí os la dejo para que la veáis. Espero que os guste!



martes, 1 de enero de 2013

mi salvador


Años de miradas huidizas, saludos olvidados y frases cortadas. Una eternidad perdida, de tenernos tan cerca y ni siquiera hablarnos, mirarnos sin vernos, ignorarnos el uno al otro porque el otro también nos ignora, tanto que llegué a olvidar que existías.

Pero en esta noche mágica me has dado una lección, has dado el primer paso y me has enseñado que sólo con eso puedes cambiarlo todo

Y ahora, como si hubiéramos sido amigos desde que nos conocemos, hablamos como si no pasara el tiempo, con la confianza y el cariño de siempre, aunque en realidad no lo hubo nunca.

En mi interior crece arrebatado un sentimiento, una amistad frenética, como si siempre la hubiera estado esperando sin siquiera darme cuenta. Arrepentida de haber dejado pasar el tiempo, perdiendo día tras día la oportunidad de tenerte en mi vida, ahora me aferro a ti para no dejarte ir.

Pero la noche termina y con el alba llega la despedida. Rodeados de gente nos miramos como si estuviéramos solos, anhelándonos mutuamente nos decimos de todo sin pronunciar ni una palabra. Me besas, me abrazas y me vuelves a besar, me alejo y me aferras la mano donde posas el último beso.

De tener tristeza reposada en mi alma, ahora dejas alegría en mi corazón y por eso debo darte las gracias, porque eres mi salvador.